Ciria Elena Rincón

Hace 48 años nació en Maracaibo-Venezuela Ciria Elena Rincón Vargas, hija de una familia dedicada a la producción agrícola y pecuaria. Creció bajo los más sublimes valores de rectitud moral y amor por su tierra natal, su cultura y fundamentalmente por su familia y su entorno social. Perteneciente a la educación formal cristiano católica, se forjó con especial respeto por los valores cívicos, formación para el trabajo, vocación de servicio y sensibilidad hacia los más necesitados. Todo lo cual fue perfilando su opción profesional universitaria. Egresó como licenciada en Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la ilustre Universidad del Zulia. Fue una destacada estudiante comprometida con el saber y con las prácticas profesionales en casos, grupos y comunidades con evidente entusiasmo; apegada a los más estrictos criterios éticos para el conocimiento, comprensión e intervención de los problemas sociales de su región que le fueron asignados durante su transcurso por tan loable carrera y profesión. Su carisma personal y capacidad para trabajar en equipo con sus compañeros de estudios, el respeto por sus profesores y su pasión por la investigación hicieron un espacio propicio para que fuese captada para desempeñarse tempranamente como asistente de investigación, organizadora de eventos científicos, congresos nacionales e internacionales. Lo cual le hizo ganar el afecto de sus profesores, compañeros de estudio, obreros y empleados. Su popularidad y alegría, disposición para actuar con rapidez, eficiencia y jocosidad la convirtieron rápidamente en un personaje indispensable para la vida de la Escuela de Trabajo Social. Ciria generaba armonía y solucionaba los conflictos con mesura y un singular toque de picardía y desenfado. Paralelamente se desempeña prontamente como jóven empresaria, en la rama de artículos de decoración para el hogar que la proyectó en la ciudad de Maracaibo por su trato personalizado y amistoso, cercano y agradable. Labor que proseguía desde estas tierras, cuando decidió, desde hace casi 20 años, probar otros horizontes en Estados Unidos de Norteamérica. Allí descubre el arte de la decoración de interiores y se especializa en la práctica de deportes de alto impacto, Pronunciar su nombre es pronunciar afectos. Hablar de Ciria es hablar del amor por la familia (su preocupación por niños y ancianos particularmente), el valor por la amistad incondicional y la búsqueda incansable por la verdad que subyace al mundo espiritual y la fe, Toda vida que tocaba a Ciria aprendió que se pueden hacer cosas por el bien común, el que uno se proponga. Que se puede VER detrás de toda investidura y de toda apariencia física, la sensibilidad espiritual de cada quien. Que se tiene que persistir en el propósito de hacer las cosas bien para crecer y evolucionar en conjunto. Nada que representara o significase el dinamismo que expresa la vida escapaba a su atención y contemplación. Su respeto irrestricto por la diversidad humana, su amor y cuidado por las mascotas y animales desamparados, su especial conexión con la naturaleza: las plantas, y especialmente el agua de los mares y los ríos del mundo, a los cuales se empeñó en conocer y disfrutar. Viajera empedernida, no emprendía una travesía a su destino sin antes estudiar la geografía, historia e idiosincrasia de la gente de ese lugar. En su hogar nunca faltaron los aromas de las flores y sus colores vibrantes. No existió una navidad o celebración de cumpleaños o fiestas locales que no fuesen producto de su milimétrica planificación y exquisito gusto por lograr transmitir alegría y decoro, abundancia y ricura en la elaboración y presentación de la comida temática. Todos sus invitados salieron con la cabeza descargada y el corazón enriquecido. Ninguna necesidad de los otros no fue objeto de su preocupación y puesta en marcha para colaborar en su resolución. Todo lo cual terminaba en un "abrazo de oso" que siempre reconforta y revitaliza. Aficionada a mantenerse bien informada sobre el acontecer local y mundial, estaba enterada de todo evento natural, social, deportivo o del mundo político y de la farándula. Monitorear las condiciones climáticas y prever su comportamiento era casi un hobby. Al día con las películas de alta carga sentimental y de profundidad psicológica: documentales sobre personajes destacados de la ciencia y las artes, y un sin fín de curiosidades animales permitieron serenar su temperamento inquieto y en estado de alerta. Ciria conocía a cabalidad los gustos de sus cercanos, por eso siempre acertaba en la elección de los regalos y detalles. Sus manos repletas de dádivas espirituales quedaron tatuados en nuestras almas y corazones. Poseedora del difícil don de la escucha, prestaba atención con sus cinco sentidos, en presencia potente y reverente silencio a quien necesitó desplegar con su verbo las angustias o sus experiencias personales, Qué magnífica y delicada consejera nos honró con su sabiduría. nos mimó con su cariño y nos protegió cálidamente. El 9 de enero de 2021 hizo una publicación en su cuenta de instagram. La cual sirve de CIERRE ABIERTO porque el amor nunca se va, siempre se expande como onda al infinito. "Los errores no se niegan, se asumen La tristeza no se llora, se supera El amor no se grita se demuestra Sé fuerte para que nadie te derrumbe Sé noble para que nadie te humille Sé humilde para que nadie te ofenda Sigue siendo tú para que nadie te olvide"

Ciria Elena Rincón

December 29, 1975 - May 10, 2024