Juana Castillo de Figuereo

En horas de la mañana del sábado, 21 de septiembre del 2024, la señora Juana Castillo de Figuereo fue llevada al Hospital Adventista de Kissimmee, FL con problemas respiratorios desde el centro de rehabilitación en Hunters Creek donde ella y su esposo, René Figuereo, se recuperaban juntos de una caída, y luego de COVID. Lamentablemente, llegó la llamada del hospital esa tarde, alrededor de las 3PM EDT, para informarle a su esposo de más de 43 años que su adorada “Negra”, como él la llamaba, se le había ido. Dirán que fue el virus que causo su muerte, pero la pobre señora padecía de tanto, y si no por el atento cuidado de su esposo, hubiese sucumbido el año anterior. Doña Juana nació un 17 de febrero del 1938 en San Francisco de Macorís, Republica Dominicana. Era la cuarta de los ocho hijos de Leonides Castillo y Ovídio García, y aunque ella no tuvo hijos propios, supo darle el cariño materno a sus varios sobrino/as, ahijado/as, hijastro/as, y los muchos seres queridos de sus congregaciones y vecindarios. Juana se mudó a Santo Domingo después de adulta donde trabajó como modista de ropa de niños una tienda de la Sra. Estela Figuereo viuda de Abreu (también fallecida). Fue ahí donde conoció a René, hermano de su patrona. Era el segundo matrimonio para ambos y se casaron el 26 de diciembre del 1980. Al no poder tener hijos juntos, decidieron adoptar a una niña de 6 años llamada Ramonita. La criaron y educaron y ahora ella es una señora con hijos y nietos propios que fueron muy queridos por la pareja de “abuelos postizos”, como solían decir. Junto a su esposo, Doña Juana viajó la mitad del mundo, incluyendo a Europa Occidental y Las Américas. El viajar era la pasión de Don René, pero Juanita decía que su país preferido era su querida República. Por lo general, vivieron una vida feliz, dedicados a su religión y su fe. Su casa era una donde muchos se reunían con frecuencia para hacer sus oraciones y rosarios, celebraciones y fiestas, ver novelas y contar cuentos, y tomar un cafecito o frutas frescas. Ella amaba a los niños, y se ofrecía para prepararle a seres queridos sus platos favoritos. Durante los años que cocinaba, lo hacía bien rico y le encantaba probar y compartir recetas. Desafortunadamente, su condición de temblores no le permitió seguir en la cocina o con la costura. A los que tuvimos la dicha de recibir su llamada para cantarnos “El Regalo Mejor” el día del cumpleaños de uno la extrañaremos inmensamente; especialmente el señor Rubén Marcano quien cumplió el día después de la partida de Juanita y tomó su día para ayudar a la familia con estos arreglos. Es sobrevivida por su hermana Elvia García Castillo viuda de Roque, y sus hermanos Domingo García Castillo y Marcelino García Castillo, tanto como sus sobrinos; Paula Iluminada López, José Duran (Chelo), Elizabeth Duran, Johanny Duran, Teresa Duran, Nelson Alejandro Roque García* (Nelsito), Nelson Ovídio Roque, Nelson Amauris Roque, Nelsy Josefina Roque, y Nelson Jonathan Roque. También por sus hijastros, Abner Figuereo, Amy Cairo, Perla Claudina Figuereo, y el único nieto de Rene, Nikolas (Niko) Figuereo para quien “Negra” fue lo más cerca a una abuela que ha tenido. Tomemos consuelo en la realización de que ya no tendrá que sufrir y que ha pasado a mejor vida en el Santo Cielo del Señor. Si sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y salvación; y, si somos consolados, es para que ustedes tengan el consuelo que los ayude a soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros padecemos. Firme es la esperanza que tenemos en cuanto a ustedes, porque sabemos que, así como participan de nues

Juana Castillo de Figuereo

February 17, 1938 - September 21, 2024